¿Para qué sirven?

 

   Lo primero de todo, símplemente para existir y formar parte de la rica biodiversidad de Navarra, aunque, como no, desempeñan una gran labor en el ecosistema: son los basureros de los humedales donde viven, ya que se alimentan, entre otras cosas, de la carroña acuática, es decir, animales muertos, como peces, artrópodos, mamíferos e incluso aves.

   Aparte de esta gran función, también deleitan la vista de muchos amantes de la naturaleza que tienen la suerte de verlos e incluso de fotografiarlos en libertad.